Perú: falta de prevención en Laguna Palcacocha podría ocasionar desastre en Huaraz
Por Yvette Sierra Praeli artículo publicado en Mongabay Latam
- El incremento del nivel del agua en Palcacocha y los constantes deslizamientos de los glaciares ponen en riesgo a casi 50 000 personas.
- Proyecto de sistema de alerta temprana y obras de infraestructura están pendientes desde hace una década.
La alerta se ha dado más de una vez. La laguna Palcacocha, ubicada en el Parque Nacional Huascarán, se ha convertido en un peligro para la ciudad de Huaraz debido a un posible desborde de sus aguas, lo que pone en riesgo la vida de casi 50 000 personas.
Pero esta situación no es reciente. En el año 1941, un derrumbe en el nevado Palcaraju provocó una avalancha que ocasionó la muerte de por lo menos 1800 personas y, destruyó la tercera parte de la ciudad de Huaraz. Más de setenta años después, el mismo peligro amenaza nuevamente a la capital de la región Áncash.
Esta vez el impacto sería mayor. Según el mapa de peligros elaborado por investigadores de la Universidad de Zúrich, Suiza, y la Universidad de Texas, Estados Unidos, con la participación de instituciones públicas peruanas, la población en peligro bordea las 50 000 personas. Un riesgo que se ha agudizado porque existen asentamientos humanos situados en la ruta que seguiría el aluvión, que además es la misma que la registrada en 1941.
Karen Price, coordinadora del Proyecto Glaciares+ del Programa de Cambio Climático de Care Perú -iniciativa de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación-, advierte sobre el aumento progresivo del caudal de la laguna y la falta de prevención para evitar una posible tragedia. “Palcacocha tiene dos cosas pendientes: la instalación de un sistema de alerta temprana y la construcción de nueva infraestructura para prevenir un desborde”, dice Price sobre el proyecto de seguridad, elaborado por su institución y la Universidad de Zurich, cuya ejecución depende del gobierno regional.
Más de una advertencia
El desprendimiento en febrero de un bloque de hielo que cayó violentamente sobre la laguna encendió nuevamente la alerta. Una cámara instalada por expertos del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), como parte de su sistema de monitoreo en Palcacocha, registró el evento y las olas que se produjeron como consecuencia de la caída del bloque de hielo del glaciar.
Según los reportes del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Áncash, el oleaje superó los cuatro metros de alto.
En los últimos 40 años, el volúmen del lago se ha multiplicado por 34, es decir, de 500 000 metros cúbicos que contenía en la década de 1970, ha pasado a más de 17 millones de metros cúbicos, indican estudios realizados por la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua.
Price cuestiona que, hasta el momento, el Gobierno Regional de Áncash no haya puesto en marcha el proyecto para mejorar el servicio de protección y prevención ante el peligro de desborde de la laguna Palcacocha, que no haya creado un servicio de alerta temprana ni un mejor sistema de información. “Palcacocha ya lleva 18 años de retraso”.
En 1974 se construyó un dique y un conducto para evacuar las aguas con el fin de evitar el desborde de la laguna. Sin embargo, esta infraestructura se hizo de acuerdo con las condiciones que en ese momento presentaba Palcacocha. El aumento del nivel de sus aguas hace que actualmente esta obra sea insuficiente, comenta Price.
Una medida temporal para reducir el nivel del agua de la laguna se tomó en el 2011, en ese momento, el Gobierno Regional de Áncash instaló un sistema de sifonamiento –expulsión de agua por variación de presión– para bajar su volumen, y se organizó un sistema de vigilancia con personal que permanece en la zona las 24 horas del día. Pero esta no es una solución definitiva ni reduce el riesgo del desborde.
En varias oportunidades la Contraloría de la República se ha manifestado sobre la urgencia de implementar las obras de seguridad Palcacocha. En los oficios enviados al Gobierno Regional de Áncash le recuerda que desde el 2011 están pendientes los trabajos de reforzamiento del dique y de un canal de desfogue y considera que es una “necesidad impostergable” la ejecución de una obra definitiva que reduzca el riesgo por desembalse de la laguna.
“Ha faltado voluntad política. La voz de alerta se dio a fines del año 2009. Han pasado diez años y no ha merecido la atención política de los que antes han dirigido el gobierno regional”, dice César Portocarrero, gerente regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente que asumió funciones a comienzos de año en el Gobierno Regional de Áncash.
Portocarrero asegura que esta vez se concretará el proyecto. Según el funcionario, en menos de un mes se adquirirán los equipos que se necesitan para el sistema de alerta temprana y se implementarán los componentes educativos y de sensibilización con la población que vive en la zona de mayor riesgo.
En cuanto a las obras de infraestructura destinadas a reducir el nivel del agua y evitar el desborde, Portocarrero explica que tardará por lo menos dos años el inicio de los trabajos, pues antes se debe elaborar el perfil y el expediente técnico, proceso que demorará hasta el año 2020, aproximadamente.
Una ciudad en peligro
“Se están produciendo avalanchas frecuentemente”, dice Holger Frey, investigador del departamento de Geografía de la Universidad de Zurich, Suiza, quien junto con un grupo de expertos ha realizado estudios en la cuenca del Quilcay, en la Cordillera Blanca, donde se ubica Palcacocha.
La última investigación publicada en noviembre de 2018 en la revista Frontiers in Earth Science, presentó tres posibles escenarios y el mapa de peligro elaborado sobre la base de estas modelaciones. Frey manifiesta que en el escenario de mayor riesgo la población de Huaraz, asentada en la ruta que seguiría una posible avalancha, apenas tendría una hora para evacuar antes de que el agua arrase con todo.
La investigación también toma en cuenta otros dos lagos: Tullparaju y Cuchillacocha. Ambos ubicados en el Parque Nacional Huascarán, cerca de la laguna Palcacocha. Si se debordanafectarían la misma área urbana de Huaraz.
“El riesgo es enorme y el problema es que en la misma zona donde ocurrió la avalancha de 1941 se ha instalado nuevamente la población”, recuerda Frey, quien explica los alcances de un verdadero sistema de alerta temprana. Este –dice– no solo se sustenta en la tecnología, sino en la información y la preparación de la población ante un posible desastre.
Jesús Gómez, director de Investigación en Glaciares del INAIGEM, explica que el incremento del nivel de la laguna se debe al proceso de desglaciación que existe en la Cordillera Blanca. “En los últimos 50 años, los glaciares del centro y sur de Perú se han reducido hasta en un 50%. Son los que más han sufrido por el retroceso de los nevados”. El experto explica que toda la masa de hielo que se encontraba detrás de Palcacocha ya no existe.
Gómez añade que en la Cordillera Blanca se monitorean varias lagunas –entre ellas Palcacocha–. Se trata de un sistema de vigilancia que se realiza con fines científicos y está destinado a medir el nivel del agua y registrar variaciones en su comportamiento. En el caso de Palcacocha se cuenta con una cámara que permite observar la laguna durante las 24 horas del día en tiempo real. Sin embargo, esto de ninguna forma reemplaza a un sistema de alerta, comenta el representante de INAIGEM
El experto en glaciares menciona que durante la época de lluvias –entre septiembre y mediados de abril– se agudizan los riesgos, debido a que la presencia de nubes produce una especie de efecto invernadero en las montañas. Como consecuencia se producen desprendimientos de masas de hielo. “Las avalanchas son constantes durante la época de lluvias”.
La alerta está dada, los estudios existen y los proyectos para mejorar la seguridad alrededor de de Palcacocha están terminados, solo falta que las autoridades los pongan en marcha.